lunes, 14 de marzo de 2011

Estamos más lejos que nunca, lo noto; noto que lo que nos separaba ya no está, ya no lo necesitamos. Finalmente, nos separamos. Es como una sensación de frío y nostalgia, me han robado la manta en mitad de la noche. Siento que solo quiero llorar, mientras me pregunto por qué, para qué. Silencio. Las respuestas no llegan por muchos segundos que desperdicies contando una marcha hacia atrás, ni por mucho silencio que crees castigándote al rincón de la oscuridad. Mientras tanto yo seguiré despertándome, admirando por la ventana que el tiempo que me acompañará será una mierda y atándome los zapatos a la espera de un nuevo día.