miércoles, 17 de febrero de 2010

Roller Coaster







No me gusta adornar mis nicks ni poner asteriscos ni corazoncitos. En caso de hacerlo, lo hago por mofarme puramente. Me parece ridículo. Pero eso no significa que no sea una mañaca. Porque lo soy. Flotando por el mundo, sobrevolando alto, pegándome la misma puta rallada todo un puto día, dándole vueltas a lo mismo como si de ello dependiera mi vida cuando tan solo se trata de un momento efímero y perfecto perdido entre tanta mierda. Ha merecido mucho la pena. Desde esta nube todo luce bonito, no hay problemas, solo ganja y felicidad. Quiero más. No sé por qué me tiene tan sumamente enganchada, pero quiero más. Y al mismo tiempo no encuentro a mis ovarios, se han ido para obligarme a luchar sola, sin su ayuda. Y claro, sin ellos yo no soy ni siquiera persona, me quedo en el escalafón de individuo expectante, observando movimientos que no puedo interceptar correctamente porque no soy persona. Así que mi labor de hoy es buscar y encontrar a mis queridísimos ovarios, a los cuales adoro y de los cuales dependo para atreverme a dar el paso. Menuda putada esta dependencia. Ambas. La de mi adicción y la de mis ovarios. Qué puteada estoy y qué feliz me siento. Me encantan las contradicciones. Hacen de mi vida una montaña rusa que siempre me mantiene alerta. Atenta ante los cambios. Estoy encantada.

1 comentario: